NY: WTC, Distrito Financiero y árbol del Rockefeller encendido

Nos levantamos y comprobamos que el pronóstico del tiempo no engañaba, había mucha niebla y eso hacía peligrar una parte de nuestra visita. :-(

Tras desayunar en el Papaya's, nos fuimos al metro donde pillamos hora punta. Subirse al Express era imposible, así que decidimos ir en el normal y hacer mas paradas.
Lo que te encuentras al llegar a la zona del World Trade Center impacta: Muchos andamios, obreros, policía... y es que, si bien ya se ha levantado el "The One", todavía falta levantar varios de los edificios proyectados.

Nos encontramos desde los típicos polis de pelis con sus motos, hasta los que van rollo S.W.A.T. armados hasta los dientes.

Llegamos a la entrada del Memorial y comprobamos que la niebla no dejaba ver el The One... en fin, tocaba esperar un golpe de suerte.

No había mucha cola. Nosotros pasamos por la zona de los que tenemos reservas, pero la verdad es que a esa hora los que no tenían también pasaban rápido. Dentro has de pasar un control (de eso os vais a cansar en EEUU) y no hay baños.

NOTA: el 21 de mayo abren el museo, hemos actualizado la info en el post de preparación. A partir de ese día el acceso al memorial es libre.

De lo que pasó aquí el 11 de septiembre de 2001 creo que no hace falta que explique mucho. Al menos no a nuestra generación. Las imágenes de esos atentados es algo que difícilmente podremos olvidar.

Como suele pasar en todo lugar que conmemora una tragedia, el silencio impera en el ambiente, por mucha gente que haya.

En el lugar donde estaban las torres ahora hay dos grandes piscinas. En el borde de ellas están grabados los nombres de las víctimas de los atentados, tanto los de las torres como las del Pentágono y las del otro avión (nosotros ya estuvimos en el memorial del pentágono), como las del coche bomba de 1993 (por cierto, mis padres estuvieron cenando en una de las torres pocos días antes de ese atentado).

Tienen un mapa donde te señalizan el orden de los nombres, así que me fui en busca de la familia que murió en el avión del Pentágono. ¿Por que? No lo se, supongo que me quedó marcada.

Otro símbolo del memorial es un árbol que sobrevivió tras el derrumbe de los diferentes edificios (no solo cayeron las torres gemelas, allí había 7 edificios pertenecientes al WTC mas otros colindantes que sufrieron daños y tuvieron que derribarse). El árbol fue trasladado a un vivero para su recuperación y replantado en el memorial.

Al final, el tiempo nos sonrió y la niebla se disipó lo suficiente como para dejarnos ver el The One.
En este momento Jordi sufrió un poco de decepción ya que, según él, al estar rodeado de otros edificios también muy altos no le impactó tanto.

Y es que el resto de edificios del WTC también van a tener una altura considerable, de hecho, la torre 2 que aún falta levantar será también una bestia (387 metros vs los 417 del The One).

Aún así a mi sí que me impactó, por que yo me imaginé otra torre igual que esa al lado, dos The One, e imaginar que podrían caer, con miles de personas dentro... Y es que para haceros una idea de como eran las torres gemelas solo tenéis que mirar al "The One".
Y ahora me diréis: ¿Pero éste no era mas grande? Si y no. Es mas grande si contamos la antena. Si la quitas, la altura de las azoteas era la misma.

En fin, sobrecogedor.

En lo que le doy la razón a Jordi, es que para nosotros al skyline de NY le falta algo... El The One no puede reemplazar la imagen de ambas torres.

Para salir te hacen pasar por la tienda de rigor donde me llamó la atención la alta consideración que tienen hacia los perros de rescate.
Allí no había solo libros, camisetas, etc. en apoyo a los hombres de rescate y cuerpos de seguridad que se dejaron la vida intentando ayudar, sino también a los perros pertenecientes a esos cuerpos.

Nuestra siguiente visita fue la St Paul's Chapel. Construida en 1766 se considera el edificio en uso mas antiguo de NY.

Era la capilla donde rezaba George Washington, pero se ha hecho famosa por ser también un lugar de apoyo durante los atentados del 11S.
Allí se reunían voluntarios para organizar la comida, el lugar de descanso, dar masajes y apoyo a los rescatadores... Y ahora ha quedado como un memorial muy emotivo, lleno de objetos personales, mensajes, fotos... Pararte a leer algunas historias se hace duro.
Recuerdo una nota de un "telefonista" de emergencias que explicaba que una mujer, que estaba en una de las torres, le pidió que le dijera a su familia que les quería. Él intentaba calmarla, nadie pensaba que las torres pudieran caer, pero justo entonces pasó, la torre cayó, la llamada se cortó y él nunca supo el nombre de esa mujer para hablar con su familia...
Yo personalmente me emocioné y tuve que dejar de leer los escritos.

Cuerpos de seguridad y de emergencias de todo el mundo, que visitan la zona, se acercan a dejar su insignia como respeto y admiración. Nosotros vimos varios de Catalunya y España.

Realmente creo que impacta y emociona mas este lugar que no el memorial oficial. Aquí ves la historia real de las personas, y eso es duro.

Al salir decidimos ir al famoso Mc Donald's de la zona (en la capilla hay baños pero había mucha cola) y tuvimos suerte de escuchar a una pianista en directo.

Tras tomarnos un batido y observar como este Mc, que hace unos años debía estar lleno de gente trajeada, ahora estaba lleno de obreros de la construcción, tomamos rumbo a Wall Street.

Al llegar llama la atención la cantidad de seguridad y controles que han de pasar los vehículos que quieren entrar en la zona, incluso vimos a perros policía rastreando furgonetas.

Y es que este lugar, que antaño era el "muro" que delimitaba la antigua "Nueva Amsterdam", ahora alberga el edificio de la bolsa mas famoso del mundo.

No lo sabemos a ciencia cierta, pero suponemos que esas marcas deben indicar por donde discurría el antiguo muro. (Al menos, según Jordi, en Assassin's Creed III coincide) jeje

Justo al lado, la zona es pequeña, está el Federal Hall. Es un museo dedicado a la NY postcolonial, toca temas como la investidura de George Washington, pero lo mas importante: ¡Es gratis y hay baños!
Así que de paso podéis echar un ojo a las exposiciones que tienen ya que no es muy grande.

Teníamos la visita guiada al Banco de la Reserva Federal a las 15h. Como aún quedaba tiempo decidimos dar una vuelta en busca de algo de comida para mi. Jordi decidió esperar porque aun no tenía hambre.
Entre carritos de frutas y comida varia (dicen que a la hora de comer de los ejecutivos allí se concentran los mejores carritos), me decidí por uno de "Philly Cheese Steak" que tenía varios recortes de diarios alabando su comida y no me equivoqué, ¡estaba delicioso!

Ahora sí, con el estomago lleno, a hacer cola para pasar los controles de la Reserva Federal (pasaporte en mano).

Una vez dentro (nada de fotos),  todos muy amables, te van indicando donde debes ir. Te hacen esperar en la sala de exposiciones y a la hora indicada el guía viene en busca del grupo.
La visita es en inglés, en "su" inglés... nuevamente Jordi me traducía la info que se me escapaba, pero la visita fue interesante.

Dura 30 minutos y, tras remarcar muy orgullosos que ahí hay mas oro que en Fort Knox, te explican el funcionamiento del mercado del oro, como hacen las transacciones entre países, el proceso minucioso de pesado  (¡nada de balanzas digitales!)... y el broche final: ¡Entrar a la cámara del oro!

Os pongo una foto sacada de la propia página de la Reserva Federal:

Esta es la puerta de entrada. El pasillo es realmente un cilindro de metal operado por los dos volantes. Cuando se "cierra" la puerta, lo que sucede realmente es que el pasillo rota y queda perpendicular a los agujeros de entrada. Nosotros tuvimos la suerte de que cuando llegamos, había unos operarios enseñando el funcionamiento a unos tipos trajeados, con lo que tuvimos el privilegio de ver como se abría y cerraba.

Por lo que respecta a la cámara, no os esperéis pasearos por ella, te quedas delante esa verja  que se ve al fondo en la entrada. Tampoco vais a ver toneladas de oro ya están guardados en los diferentes compartimentos que es principalmente lo que ves desde ahí. (Aunque en algunos de ellos, a lo lejos y a través de las rejas sí que puedes apreciar las torres de lingotes apiladas). Eso sí, tienen unos pocos lingotes (nos aseguraron que son auténticos) expuestos tras una verja con una rejilla bastante pequeña para que los veas. (Es esa parte amarilla que se ve a la izquierda de la puerta del fondo)

Y aquí llegó el MOMENTAZO de Jordi:
La guía se aparta para que todos vayamos pasando por delante de la verja a ver los lingotes y se pone a charlar con un segurata. Yo me aparto tras ver los lingotes y veo que Jordi se queda agachado.
¿Que hace?, me pregunto. ¡Y cuando lo veo me quedé blanca! Aprovechando que tiene los dedos finos, ¡¡el tío estaba metiendo el dedo meñique para tocar los lingotes!!
Total, que después de forzar bastante el dedo lo consiguió y cuando se levantó y vino hacia mi con una sonrisa triunfal solo pude soltarle: ¡Llegas a disparar una alarma y te viene a sacar de la cárcel federal tu madre!

En fin, a día de hoy aún se pavonea de su hazaña. Y me da que lo hará el resto de su vida. jeje.
(Nota de Jordi: ¡Por supuesto! Porque, ¿sabes qué? ¡Yo he tocado el oro de la Reserva Federal! XD)

Tras comprobar que no lo detenían a la salida, en plan peli, nos fuimos al Mc Donald's para que comiera algo (los carritos ya se habían ido) y de ahí a contemplar el árbol del Rockefeller encendido.
Para ello fuimos en metro hasta Times Square y decidimos ir andando a partir de ahí. Gracias a eso nos encontramos con las oficinas de la HBO y lo que es mejor: ¡Su tienda!

Merchandising de "True Blood", "Sex on the City"... pero mayormente de ¡"Game of Thrones"!
Aquí me veis analizando el contenido, ¡Quiero todo!

No podrán decir que no me compré ropa en NY.

Ale, mas feliz que una perdiz, volvemos a tomar rumbo al Rockefeller, donde nos esperaba el impresionante árbol encendido.

La estrella es de Swarovski, casi na... es realmente enorme.

Nos pasamos un buen rato observando la gente patinar y visitando la tienda de la NBC que está allí mismo, aunque no nos triunfó tanto como la de HBO. jeje Pero para los fans de series o programas de la NBC ya sabéis.

Se acababa el día y decidimos ir a cenar de nuevo al Dallas BBQ que teníamos cerca del apartamento. Jordi no podía irse de NY sin probar las costillas, y le encantaron. ¡Vamos si le encantaron!

Lo mío era Pulled Pork, carne de cerdo marinada, muy bueno también.
Volvimos a salir reventando por 34$ (propina incluida), y de nuevo nos regalaron unos Cupcakes Red Velvet que nos los guardamos para el desayuno.

Y hasta aquí un día emotivo y emocionante a la par. Jordi, sin duda, no lo olvidará (y me da que hará que los demás tampoco lo hagamos jaja).

Al día siguiente nos esperaba el barrio estigmatizado: ¡Nos íbamos solos al Bronx!

P.D. de Jordi: Que levante la mano quien haya tocado el oro de la Reserva Federaaaaaal...



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