Londres: Little Venice, Camden, Greenwich y Covent Garden

Este día nos levantamos con calma puesto que nuestra primera parada no exigía madrugar mucho: ¡Íbamos a recorrer los canales de Londres!

Sí, habéis oído bien y no nos hemos trasladado a Venecia.
He de dar las gracias a Angie, pues en su blog "Más Edimburgo" fue donde descubrí este pequeño rincón de Londres.

Para llegar hasta allí fuimos a la estación de Paddington donde, a parte de tomarnos un cafelito y una mega cookie para desayunar, aprovechamos para cambiar dinero tal y como os comentamos en el post de preparación.
Con las libras en el bolsillo fuimos a pie hasta el triángulo llamado "Little Venice", para ello solo tuvimos que seguir un canal que hay detrás de la estación. No era una zona muy idílica, porque hay varios edificios que parecen almacenes, pero había gente paseando y algunas embarcaciones amarradas.

Al poco llegamos a la zona mas bonita, donde encontraréis bastantes barcos, algunos de ellos son restaurantes o cafeterías.

El objetivo de este paseo era tomar el Water Bus que nos llevaría hasta Camden donde nos esperaba mi amiga Vanessa, otra viajera fan de Japón y cuyas aventuras podéis leer en "Intrusión en Japón".

El primer Water Bus salía a las 10h, así que llegamos un poco antes y nos pusimos a la cola.
El viaje hasta Camden cuesta 8,20€ pero hace una parada intermedia en el Zoo (de hecho venden la entrada al zoo junto con el viaje en barco) cosa interesante para los papis puesto que es una forma original de llegar.
Llegada la hora nos distribuyen en la barca, para equilibrarla, nos advierten de que no se puede comer (si beber) y que no nos levantemos.

La primera parte del camino no es muy bonita, pasa por una zona algo industrial y un amarradero de barcas bastante destartaladas, pero luego se llega a la zona de jardines, mansiones y la entrada al zoo.
La curiosidad fue un restaurante chino "barca"

El último tramo es mas bonito y pintoresco, pero al no poder levantarnos era difícil hacer buenas fotos. Yo recomendaría este paseo para la gente que tenga tiempo suficiente o para una segunda visita, también para los padres que quieran una forma original de ir al zoo.
Como curiosidad: hay muchas barcas, y muchas son viviendas. De hecho, Natalia Tena vive en una de ellas (para los frikis: Nymphadora Tonks o Osha) porque dice que le da libertad.

La parada de Camden te deja en una zona llena chiringuitos de comida de cualquier rincón del mundo con muy buena pinta.

Llegábamos justos de tiempo así que nos dirigimos rápido a la zona del metro para encontrarnos con Vanessa, que tras las presentaciones empezó a guiarnos por Camden.

En la calle principal llaman la atención las fachadas de las tiendas (nos recordaron a las de Dontombori en Osaka) y en los escaparates empiezas a ver la realidad de Camden: ¡Un mercado para todos los gustos y todas las modas!

Realmente Camden es un conjunto de mercados. Primero paseamos por una zona mas al estilo mercadillo nuestro, con las tiendas de lona, la ropa colgada... Pasamos bastante rápido (solo mirando las camisetas frikis jeje) puesto que lo de ir a mercadillos no es lo nuestro.
Pero al llegar a la altura del cartel Camden Lock, ahí la cosa se puso muy interesante.

A la izquierda se encuentra la zona de "Stables" unos antiguos establos. Es un recinto cerrado en gran parte y con una ambientación muy guapa, en algunas salas incluso aun se puede ver los compartimentos de lo que habían sido los establos.
Hay tiendas de todas las temáticas, muchísimos chiringuitos de comida que te invitan a probar el producto, y ¡baños! que encontramos gracias a nuestra guía jeje porque realmente el lugar es enorme y laberíntico.

En los exteriores de esta zona han puesto una estatua dedicada a Amy Winehouse, que vivía en el barrio. Cuando fuimos estaba tapada porque la inauguraban al día siguiente (por suerte nos avisaron y evitamos semejante locura).
También encontraréis allí una tienda de ropa y complementos "cibernéticos", a Jordi le encantó por las luces, música, etc... a mi casi me revienta la cabeza dentro xD lástima que no dejan hacer fotos.

Volviendo al punto anterior, hacia la derecha nos metimos en una zona de cabañas de madera, con tiendas de artesanía mayormente, otro ambiente diferente y también muy chulo.

Aquí decidimos comer algo y compramos unos burritos que estaban muy buenos por 5 libras.
Por desgracia la zona chula de asiento estilo scooter estaba llena, así que nos fuimos a comer a la orilla del canal.

Tras esta gran mañana nos despedimos de nuestra fantástica guía personal (¡Vanessa, gracias de nuevo por descubrirnos los rincones de Camden!) y empezamos una ronda de transportes hasta Greenwich.

He de confesar que no fuimos a Camden en el primer viaje por falta de tiempo y decidimos sacrificar un "mercadillo". Pero tras visitarlo ambos opinamos que es mucho mas que eso, en especial nos encantó la zona de los establos, y merece la pena pasarse por allí y de paso comer, que es barato y muy variado.

Lo primero que vimos al llegar a Greenwich fue el famoso barco "Cutty Sark", a día de hoy es un museo, pero no nos pareció suficientemente interesante por el precio de la entrada y decidimos seguir nuestra visita dirección a el Old Royal Naval College, que fue un antiguo hospital donde nació el mismísimo Enrique VIII.

Pero nuestro interés por el lugar era otro... y por mas vueltas que dimos no conseguimos ver el portal a Asgard :(  (¡Friki moment! jeje).

Pero ya que habíamos ido hasta allí, y que estaba claro que no aparecerían ni Loki ni Thor, decidimos entrar al Painted Hall y disfrutar de sus frescos.

Después nos adentramos en el Greenwich Park para subir al observatorio, haciendo una parada técnica en el Museo Marítimo (para ir al baño, que es gratis, porque al museo no le vimos gran cosa... al menos en las zonas gratis).

El parque es enorme y en la cima se encuentra el famoso observatorio (de pago) y nuestra meta: ¡El meridiano! (gratis)
Con unas vistas muy bonitas, por cierto.

Además, aquí encontramos uno de los friki-bancos de los que os hablé en la entrada anterior. Ni mas ni menos que ¡La Máquina del tiempo! Y en manos de un Lannister...

Por suerte no funcionó, o eso creo... (by Jordi: Eso cree ella. Dejad que siga así, dejad... ¡Mwahahahahahaaaa!) así que tomamos rumbo a Covent Garden porque la vez anterior fuimos en domingo y lo pillamos con poca vidilla.
Pero primero nos fuimos a descubrir un pequeño rincón muy cerquita de allí, y nuevamente gracias a "Más Edimburgo": La Neal's Yard, una colorida callejuela.

Este pequeño rincón me encantó, lo bueno es que habíamos estado allí al lado (en el Forbidden Planet) y ni idea de su existencia. Hay que saber que está ahí para meterse por esa callecita.

Y tras ese pequeño parón de relax nos fuimos al bullicioso Covent Garden.

Artistas callejeros, pequeño mercadillo, puestos de comida... ¡me encanta! Sobre todo la comida. jeje Olía todo muy bien y era bastante barato, mas que el de Borough.

Como habíamos quedado para cenar, me conformé con un pastelito red velvet para merendar. ^_^

Cuando ya llevábamos un buen rato disfrutando del ambientillo tomamos rumbo a Leicester Sq para encontrarnos con otro compi viajero que vive en Londres: Ignacio, del blog "Dokodemo".
La cena en el pizza express fue de lo mas entretenida, hablando de viajes, de la vida en Londres, de Japón (su mujer es de allí) y mil cosas mas. Se me pasó muy rápido la verdad, demasiado.

Así que con una promesa de volver a vernos nos despedimos de otro amigo al que pude conocer, por fin, en persona.
El balance de ese día no podía ser mas positivo: descubrimos pequeños rincones de Londres, alucinamos con Camden cuando no lo esperábamos y pasamos buenos ratos con dos personas estupendas. ^_^

Y además, por si fuera poco, de camino al hotel me venía a la mente la visita del día siguiente. Prometía ser una gran "joya" y esperaba que no nos defraudara...