Death Valley y Bodie Ghost Town

Para no perder el ritmo volvimos a madrugar, pero esta vez con un motivo de peso: no queríamos que nos pillara mediodía en mitad de las visitas de Death Valley.

Así que, tras acabar con los cupcakes que habíamos comprado, nos pusimos en marcha con las comprobaciones y la puesta a punto: Cargar bien la nevera de agua y hielo, comprobar que el depósito de gasolina estaba lleno (lo habíamos llenado la tarde anterior, pero oye, hay que asegurarse jeje) y ponernos crema solar.

Y es que, aunque no era pleno verano, allí se alcanzan temperaturas muy altas y es un paraje muy desértico. Así que, por si acaso, no hay que tomarse a la ligera las recomendaciones de seguridad, sobre todo el tema del agua, que te quedas tirado en mitad del parque y lo puedes pasar mal...

Y si no que se lo pregunten a los pioneros que acuñaron el nombre de "Valle de la muerte" tras pasarse perdidos dentro de él varias semanas, allá por el 1849.
Pero a pesar de sus condiciones extremas, nos llamó la atención el leer que, a lo largo de su historia, se habían establecido asentamientos humanos (desde culturas amerindias hasta los colonos en busca de yacimientos minerales) y que había presencia de bastante fauna, entre ellos mamíferos. Esto último pudimos comprobarlo...

Como ese día queríamos llegar hasta Bodie con tiempo para verlo (al norte del Tioga Pass) escogimos que puntos pararnos a ver en Death Valley.
El primero fue Zabriskie Point, muy cerca de la entrada. Aparcamos el coche en la zona habilitada (donde había máquinas para pagar la entrada. Ellos se fían, pero nosotros ya teníamos el pase de los parques) y subimos la pequeña cuesta asfaltada.

Ok, lo se, me camuflo con el paisaje, pero es que soy alérgica al sol ¡Así que no coments! xD

Desde arriba hay unas buenas vistas que te muestran la grandeza del lugar y su aspecto desértico. Jordi bajó un tramo por un sendero para demostrar la inmensidad de... ¡NADA! Y eso que tuve que hacer zoom. xD

En frente hay unas montañas donde se vislumbran colores verdosos y rosáceos proporcionados por los minerales, como el bórax, que fueron fruto de explotación minera en la zona.

El siguiente punto se trataba del famoso Bad Water, el punto mas bajo de norte América (85,5m por debajo del nivel del mar) y el mas caluroso. Por eso nos llevamos una sorpresa al cruzarnos con coyote de camino hacía ahí.

Se paró muy cerca del coche y lentamente daba algunos pasos sin quitarnos ojo, a la vuelta entendimos el porque de semejante vigilancia...

Cuando llegamos a Bad Water eran las 9 a.m y ya estábamos a 33ºC. En mayo.
El nombre se debe a que el yacimiento de agua que hay allí (al menos en mayo había un poco de agua) tiene una alta concentración de sales y por tanto no es potable.
El suelo, una explanada enorme, es de color blanco por la cristalización de las sales.

Desde la explanada se puede ver la señal que marca el nivel del mar.

Volvimos por el mismo camino y, a lo lejos, volvimos a ver el coyote. Esta vez corría al lado de otro adulto y de una cría, con lo que dedujimos que quizás la primera vez les cortamos el paso y el macho lo que hizo era vigilarnos para mantener a salvo a la familia, que andarían a resguardo entre algún matorral... Nos sigue fascinando que estuvieran en un lugar tan inhóspito. (Marcamos con flechas y adjuntamos la cría añadida de otra foto porque entre que corrían, que estaban lejos, su color, nosotros en coche... no hay mejores fotos xD)

La siguiente parada fue Devils Golf Course, una zona de salinas cuya cristalización ha formado rocas con hoyos muy prominentes.

De ahí tomamos un desvío para ir a ver el Artist's Palette, que la guía lo pintaba como una zona con mucho colorido gracias, nuevamente, a los minerales. La verdad es que nos decepcionó un poco. Es decir, colores hay pero son de tono apagado, nos imaginamos algo mas llamativo.

Pero valió la pena tomar el desvío por otros dos motivos: Jordi se subió a hacer una panorámica en un lugar que no se deciros xD y encima descubrimos el porque no pueden entrar grandes coches ni caravanas en esa carretera. ¡Parece el Dragon Khan! Vas tranquilo y de repente te vienen unos cambios de rasante que parecen montañas rusas. No exagero. xD Fue divertido.

De ahí hicimos unas mini paradas cinéfilas. Y es que en Death Valley se han rodado varias escenas de Star Wars, pero como no teníamos mucho tiempo optamos por un par de las mas accesibles y fáciles de encontrar.
La primera es el Golden Canyon, y sale en el Episodio IV cuando R2D2 se adentra en él en busca de Obi Wan y lo siguen unos Jawas.

A este Jawa se le ha olvidado el camuflaje xD

Antes de llegar a la segunda paramos un rato en Furnace Creek, donde está el visitor center. Ahí también tienen máquinas para pagar la entrada al parque, lavabos, fuentes de agua (insisten constantemente en la hidratación) y una exposición sobre la historia de la zona.
Tras echar un vistazo rápido tomamos rumbo a la salida del parque, parando una última vez para ver las Mesquite Flat Sand Dunes por las que también corrió R2D2.

A partir de ahí la carretera de salida se hace eterna. Y es que Death Valley es el segundo Parque Nacional mas extenso de USA (solo superado por Yellowstone). Y encima la carretera hacía una pendiente ascendente ligera pero muy larga con lo que te encuentras un cartel de "Apagar el aire acondicionado durante las próximas XX millas". Lo lees y te da la risa ¿Con el calor que pega? Hasta que escuchas al motor empezar a revolucionarse un poco y dices: ¡Ok! Entendido.
Era mediodía, estábamos bastante por encima del nivel del mar y el termómetro marcaba 35ºC. Repito... ¡En mayo! No quiero imaginarme la temperatura en Bad Water y mucho menos estar ahí en agosto.

Una vez fuera del Valle de la Muerte tomamos rumbo a Bodie y el paisaje cambió por completo. Volvieron las montañas verdes, ranchos con ganado...
Comimos algo rápido en Lone Pine, una localidad donde se han rodado bastantes Westerns y en la que el Mc Donald's está ambientado.

Pasamos por Lee Vining, población que está a la entrada de Yosemite y donde teníamos el alojamiento, pero dejamos el check-in para mas tarde para poder entrar a Bodie que cerraba a las 18h.
Eso sí, para llegar hay que pasar por una carretera sin asfaltar, durante varios km. Así que fuimos despacito y ya fue bien porque por el camino se nos cruzaron ardillas, conejos y hasta un grupo de ciervos...
En esa región la parte alta de las montañas estaba nevada, ¡y nosotros en pantalón corto! Vamos que lo primero que hicimos al llegar a destino fue ir al baño a cambiarnos de ropa.

Tras pagar la entrada (5$ por persona y 2$ por el mapa con explicaciones de cada edificio) dejamos el coche en el parking, nos cambiamos y nos decidimos a explorar este pueblo fantasma.

Bodie fue una población muy importante durante la fiebre del oro. De hecho, en 1879 llegó a ser la segunda ciudad mas poblada de California con 10mil habitantes.
Llegó a tener 65 salones, hoteles, tiendas de todo tipo, hasta un chinatown...

Pero, como todas las poblaciones que tuvieron el boom minero, Bodie sufrió un declive a principios del s.XX. Además, un incendio arrasó el lugar dañando el 95% de las construcciones en 1932.
Aún así, el número de edificios que se conserva (algunos de ellos restaurados pero conservando el estilo) es considerable.

En la mayoría no se puede entrar, pero a través de los cristales se pueden ver los objetos dejados tras el abandono del lugar y su deterioro.

La zona mas llamativa es la de la industria minera, pero solo se puede acceder en visita guiada y ya no estábamos a tiempo ese día.

Lo que sí hay es un mini museo/tienda visitable.
Al final, entre explorar las casas, leer su historia y hacer fotos con calma se nos fue mas de hora y media. Para nosotros Bodie, como pueblo "fantasma", gana por goleada a Cálico.
¡Ah! Un dato curioso: Hay muchísimas ardillas "de suelo". Por todos lados... pero muy escurridizas. jeje

Abandonamos el yacimiento minero cuando ya cerraban y nos fuimos con calma a Lee Vining para hacer el check-in y ver el panorama para la cena.
Es una población pequeña a orillas del Lago Mono, con unos paisajes muy bonitos y donde te cruzas al típico yankie de las pelis: enorme, con camisa a cuadros y gorra.
El chico del alojamiento nos aconsejó uno de los restaurantes BBQ para ir a comer unas burgers. Así que tras soltar el equipaje, y dar un paseo para admirar las vistas al lago nos fuimos a por nuestra cena temprano (ya nos habíamos adaptado al horario USA y había que seguir madrugando).
Sandwich, burger, una buena ración de patatas y la típica propina nos salió por 23$.

Y a descansar, pero con mucha ilusión porque al día siguiente ¡entraríamos a Yosemite por Tioga!
¿Cumpliría esa carretera las expectativas?





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