Silicon Valley y San Francisco (Union Sq, Chinatown y Piers)

La mañana de este día pertenecía, sin duda, a Jordi.

Tras desayunar en la recepción del hotel (a base de café, apple hot cider y pastitas que ofrecían gratis) cogimos el coche y tomamos rumbo a Silicon Valley.

Tardamos una hora en llegar y no pillamos muchísimo tráfico, quizás porque ese día había en San Francisco un mega conferencia de Google (Google I/O) y parte de sus trabajadores no irían hacia la zona de Silicon, sino hacia la ciudad.

De todas la localizaciones que teníamos en el mapa, le dije a Jordi que priorizara porque no daría tiempo a todo. 

Su primera elección: ¡Las figuritas de Android!

¡Ojo! Que ya no están delante del Google Plex, sino en otro edificio donde están haciendo el Visitor Center (aun por abrir). Menos mal que pusimos la dirección exacta del mapa en el GPS porque aquello es enorme, decenas de edificios todos de Google...

Al llegar nos metimos en el parking gratis y lo primero que vimos fue uno de los Google Cars (que van haciendo el street view) y las famosas bicicletas de la empresa (son solo para los trabajadores).

Detrás encontramos el jardín donde están todas las estatuas de las diferentes actualizaciones Android. Y eso pasó a ser momento "Jordi haciéndose fotos con toooooodas ellas". (Pondremos una selección que si no...)

Tras frikear un rato y mandar a sus compañeros las primeras foto-envidias (¡WiFi gratis!) nos fuimos a dar una vuelta por el Google Plex (aunque obviamente no pudimos entrar).

Cosas que hacer con los Post-it si trabajas en Google

La siguiente visita que escogió fue el "Computer History Museum". Quería echarle un vistazo a ver que tal pintaba y tras decidir entrar (15$ la entrada normal) resultó ser un paraíso para un Geek como él. ¿Resultado? Hora y media de visita (y porque creo que era consciente que a mi no me atraía tanto jajaja).

Desde las primeras calculadoras, los primeros ordenadores, PC's, microchips, memorias RAM y un sin fin de cosas que yo no puedo enumerar que hicieron que Jordi pasara muy buen rato.

Sin duda, un museo para los fans de la informática. Y los acompañantes... Don't Worry! Hay una WiFi gratis estupenda y sofás por todos lados. xD

La mañana pasaba y nosotros teníamos que volver a San Francisco para devolver el coche a tiempo. Decidimos hacer una última parada en Silicon Valley y Jordi prefirió ir a trollear un rato que no ver los garajes donde empezaron los grandes.

¿Que significa para Jordi ir a trollear?

Pues plantarse en el cuartel general de Apple, ir a la tienda y poner como página de inicio del navegador en un Mac la web del Nexus de Google... ¡Como los críos vamos!

Aunque no pudimos visitarlo todo (las distancias son grandes) Jordi se lo pasó muy bien esa mañana.

Regresamos a San Francisco, a dejar el coche cerca de Union Square y, como ya era tarde y teníamos mucha hambre, nos metimos en el Lori's Diner que había muy cerca.

La primera decepción fue ver que ese no era el Lori's que tiene el Cadillac dentro (hay varios en SF), pero además, aunque estaba bueno, no fue ni de lejos el mejor Diner del viaje. Los dos platos y bebidas 32$, con un cupón de descuento que teníamos.

Con las fuerzas recuperadas nos acercamos a Powell-Market, la parada final del cablecar donde pudimos ver como le dan vuelta a mano. (Otro día tendríamos tiempo para subirnos a ellos. ^_^)

Justo al lado había un sarao montado con música techno, unos estilistas maquillando gratis a chicas que pillaban por la calle y... esto:

¿Que tienen que ver unos tíos en calzoncillos planchando al ritmo de la música, y otros saltando dentro de una mega lavadora, con un evento de maquillaje? Ni idea, xD pero para una vez que no son tías en bikini...

Aquí hicimos un mini desvío porque a unas pocas calles estaba el centro de conferencias donde andaban realizando lo de Google. Pero cuando llegamos ya estaban recogiendo todo, así que poco vimos. Eso sí, Jordi se hizo la fotito de rigor para los compis.

Volvimos hacia Union Square, que recibió ese nombre por las concentraciones prounionistas que se celebraron durante la Guerra de Secesión.
A día de hoy, los alrededores están llenos de tiendas de marca y de lujo tipo la 5ta avenida de NY.

Subimos por la calle Stockton viendo varias tiendas, entre ellas la Disney Store, hasta llegar a la entrada del Chinatown: La Dragon's Gate.

Con 22 manzanas y 41 callejones, para nosotros se trata del Chinatown mas auténtico que hemos visitado.
Tras la llegada de mineros chinos en 1849 por la fiebre del oro, este barrio sufrió unas duras leyes antiasiáticas en los años 70 que arrastraron la zona hacia la delincuencia, la prostitución y los fumaderos de opio que estaban en manos de propietarios blancos.
Cuando el terremoto y posterior incendio de 1906 devastaron Chinatown, los promotores inmobiliarios convencieron a la ciudad para expulsar esa comunidad. Pero los comerciantes chinos desafiaron el decreto de expulsión, se armaron y defendieron la reconstrucción de su barrio, pero esta vez bajo su propiedad y no la del hombre blanco. ¿Resultado? Las asociaciones familiares eliminaron el comercio de la prostitución y del opio.

En la calle principal se encuentran la mayoría de negocios de venta al turismo, tipo souvenirs, pero merece mucho la pena callejear para ver la parte mas auténtica.
Nosotros nos encontramos con chicos practicando algún arte marcial en medio de un callejón.

Un grupo con instrumentos tradicionales y típico disfraz de dragón para los festivales.

Y escuchamos, a través de las puertas y ventanas, el ruido de las piezas del mahjong en el callejón Spofford. En el número 36 fue donde se urdió la revolución China de San Francisco.

Otra cosa que nos llamó la atención fueron los llamativos templos que se encuentran en las plantas superiores de los edificios. Debido a las restricciones raciales del S.XIX tuvieron que construirlos encima de sus negocios y no a pie de calle.

Al salir de Chinatown nos vimos metidos en la zona italiana donde, por cierto, encontramos los locales de "ocio adulto" que no habíamos visto en la zona de los vecinos asiáticos.
Allí se encuentra el edificio historico "Columbus Tower" que pertenece a Francis Ford Coppola y, según dicen, alquila sus oficinas a gente del famoseo.


























Seguimos caminando para encontrarnos con la Saints Peter & Paul Cathedral, donde Marilyn Monroe y Joe DiMaggio posaron para sus fotos de boda.

A estas alturas empezábamos a estar algo cansados y es que, aunque no lo parezca, callejón arriba y callejón abajo ya habíamos empezado a sufrir un poco las míticas cuestas de San Francisco.

Empezaba a caer el sol, y con él las temperaturas, así que pasamos por el hotel para recoger las chaquetas y decidimos ir a dar otro paseo por la zona de Fisherman's.
Esta vez lo hicimos dirección al Pier 45. Pasamos por muchos restaurantes tematizados, con los carteles estilo Las Vegas, una panadería en la que puedes ver como trabajan... Una zona muy curiosa y entretenida, eso sí, volvimos a chocar con la realidad del gran número de indigentes que nos vamos encontrando en USA (a veces es la parte que no sale en las fotos, pero está ahí).

A la altura del Pier 45 encontramos varios puestos de marisco, que a esas horas ya estaban recogiendo, y restaurantes centrados en ese producto.

Decidimos que regresaríamos al día siguiente para comer y que esa noche cenaríamos en el Diner Johnny Rockets (del que también teníamos un cupón de descuento).
El ambiente del local era muy bueno y la comida estaba deliciosa. Además, opté por cenar a estilo americano: ¡Con batido de crema de cacahuete! Salí rodando vamos jaja.
Los dos platos, bebida de Jordi y mi batido nos salió por 27$.

Y hasta aquí nuestro primer día recorriendo San Francisco, una ciudad que sin duda nos parecía mas auténtica que Los Angeles.
Con la niebla rodeando de nuevo toda la bahía regresamos al hotel, el día siguiente prometía: un fuerte militar, barcos históricos, Star Wars, Alcatraz...
Pero la mayor incógnita era: ¿Se dejaría ver, por fin, el Golden Gate?