14 de diciembre de 2015

Berlín: Excursión Sachsenhausen

Nuestro primer día en Berlín empezaba con una visita dura: El campo de concentración de Sachsenhausen.

Sachsenhausen



Como ya comentamos en el post de preparación, optamos por hacer la visita con la gente de "Vive Berlín".
A las 9:30 estábamos en Potsdamer Platz, delante del Café Balzac, para apuntarnos al tour. Aprovechamos que aún quedaba media hora para salir y nos compramos tanto el desayuno como la comida. El tour dura unas 6 horas, entre ida y vuelta, así que decidimos llevar unos bocadillos para comer durante la visita porque yo no aguanto hasta las 4pm sin dar bocado.

Al llegar las 10h éramos bastante gente, así que nos dividieron en dos grupos para facilitar las explicaciones.
A nosotros nos tocó como guía Víctor, quien nos reunió antes de subir al tren para empezar con algunas explicaciones: logística de la excursión (billetes de tren, tempos etc.) y un poco de introducción a la historia del Berlín de la II G.M.

Tras media hora de tren llegamos a la población de Oranienburg, donde se encuentra el campo. Allí esperamos unos minutos el bus que nos llevaría hasta el memorial.

Al llegar te encuentras con el centro de visitantes, donde Víctor entregó los donativos que pagamos para entrar (1,2€ por persona) y donde los visitantes que van por libre pueden alquilar las audioguías.
En el exterior tienen una maqueta del campo de concentración.

Sachsenhausen


Aprendimos que Sachsenhausen, inaugurado en 1936, fue construido como un modelo para después construir otros campos.
Nos comentó sus características, las modificaciones posteriores, la distribución tanto de la zona de prisioneros como la zona de viviendas de los soldados y civiles que trabajan en el funcionamiento del campo, la logística de traslados hacia las fábricas de trabajo, etc.

Después nos encaminamos hacia la entrada, pasando por un mural de fotografías tomadas durante la "Marcha de la muerte" (evacuación que hicieron los nazis del campo, ante el avance soviético,  forzando a los prisioneros a marchas que acabaron con la vida de muchos) y durante la liberación del campo.

La puerta de entrada se encuentra en la Torre A cuyo reloj se reconstruyó (ahora es de pega) dejando la hora de la liberación del campo. Y donde encontramos la, por desgracia, famosa frase de "Arbeit macht frei" (El trabajo te hace libre).

Sachsenhausen


Una vez dentro vimos unos pocos barracones en pie, que a su vez suelen contener exposiciones o recreaciones, y unos rectángulos con grava negra que marcan donde estuvieron ubicados el resto, que no son pocos...
Al fondo un enorme memorial de la Unión Soviética, que fueron quienes tomaron Sachsenhausen y lo utilizaron para recluir a los soldados alemanes e incluso mantener algunos de los rusos anteriormente apresados por los nazis. Este tema nos chocó bastante, fue algo nuevo que aprendimos y es que la liberación no fue para todos igual...

Sachsenhausen


Visitamos una exposición, donde no se podían hacer fotos, que explica como era la vida en el campo, el día a día, la clasificación de presos, la propaganda encubierta y falsa que se hacía de estos lugares cara la sociedad...
Al salir dimos un rodeo inspeccionando los diferentes niveles de seguridad para evitar fugas y llegamos a la Estación Z, la zona de exterminio.

Sachsenhausen

Sachsenhausen


Si bien Sachsenhausen fue concebido como campo de concentración, también dispuso de una zanja de fusilamiento y una cámara de gas con crematorio (de las cuales se conserva poco).
Ni que decir que la explicación de como se llevaba a cabo la selección, engaño y ejecución resulta estremecedora.

Sachsenhausen


La siguiente parada fue en la zona de enfermería y la morgue. Mala asistencia sanitaria, experimentación con humanos para investigar nuevas armas químicas... Los detalles de la cruel realidad seguían machando la conciencia del grupo.

Sachsenhausen


Por último, visitamos un par de barracones donde se recrea la distribución original: las literas, los baños, comedor/sala de estar... Espacios realmente pequeños para la cantidad de personas que albergaba cada uno.

Sachsenhausen

Sachsenhausen


Y justo al lado vimos los cuarteles de interrogatorio de la Gestapo, policía secreta, que buscaba entre los presos información sobre los enemigos del Reich. Obviamente sus formas de conseguirla no eran nada agradables...

Sachsenhausen


Fuera de estos barracones nos sentamos para que Víctor nos contara con mas detalle como era la vida en Sachsenhausen.
Historias sobre la propia vigilancia entre presos a cambio de favores, de asegurarse una mejor "estancia", o bien obviar la ayuda al prójimo para no recibir uno mismo, aunque también alguna sobre colaboración, etc. Todas ellas son muy duras y difíciles de asimilar.
Y una reflexión que nos hizo el guía, y con la que estamos totalmente de acuerdo, es: Jamás podremos ponernos en su lugar.
Aunque el ser humano tiende a empatizar e intentar imaginar como se sentiría, nunca podremos saber como hubiéramos actuado nosotros con tal de sobrevivir en unas condiciones tan extremas, tan llevados al límite física y mentalmente... Nunca. O al menos, eso esperamos.

Sachsenhausen


Y con estas duras reflexiones finalizamos nuestro paso por el campo de concentración Sachsenhausen.
Teníamos la opción de quedarnos, por si queríamos ver con mas detalles las exposiciones o coger una audioguía, pero la verdad es que nos dimos por satisfechos con todo lo que nos había explicado. Aprendimos muchísimo.
Así que, tras entregarle una propina mas que merecida, volvimos con él a la estación donde se aseguró que todo el mundo supiera donde bajarse, según los planes de cada cual, atendió consultas y dudas varias sobre Berlín y se despidió de todos al final de su recorrido.
Optar por la gente de "Vive Berlín" (y su filosofía de que el tour gratuito tiene que ser justo éste) fue todo un acierto, lo recomendamos 100%.

Nosotros regresamos a Potsdamer Platz, nos quedaban unas cuantas horas de la tarde y estábamos dispuestos a aprovecharlas.

NOTA: Hemos preferido no extendernos con detalles y todas las explicaciones que nos dieron puesto que creemos que es mejor que el viajero haga la visita y escuche las historias por si mismo.




Relatos de otros viajeros   #postamigo
Proximo Destino: Visita al Campo de Concentración Sachsenhausen


14 comentarios:

  1. Me he quedado boquiabierta leyendo vuestra entrada, y las fotos me han puesto el vello de punta, madre mía!! Si visitará Berlín no sé si me atrevería a ir...

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    1. Pues hemos explicado muy poco Carmen. Preferimos que la gente escuche las historias cuando lo visite.
      Aunque es duro, yo recomiendo ir. Es la forma que nuestra generación puede contribuir a que no se repita esta barbarie en Europa (porque por desgracia en el mundo hay otros lugares que siguen sufriendo), recordando y aprendiendo...

      Un abrazo

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  2. Gracias por compartir la experiencia con nosotros. Sin duda, creo que todo el mundo debería visitar lugares como este. Ya sabes que nosotros estuvimos en Dachau y nos estremeció.
    Un post muy bueno Vero. Un abrazo

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    1. No se como será Dachau, pero en éste, al ser el que sirvió como prueba para montar el resto, aprendimos muchos detalles sobre su distribución y las mejoras que aplicaron (que raro suena hablar de mejoras en un tema así...).
      Y si, yo creo que la gente ha de visitar estos lugares para no olvidar.
      un abrazo

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  3. Desde luego, son visitas que ponen los pelos de punta. No conocemos este campo, pero si Auschwitz o Dachau y la verdad es que es un museo del horror, pero una visita imprescindible para conocer lo que puede llegar a ser la raza humana.

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    1. Pues Auschwitz ha de ser espeluznante...
      Desde las afueras de Berlin salían los trenes hacia allí y hay un memorial con cifras de cada tren. Al verlas me quedé helada.

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  4. Nosotros no quisimos o, más bien, no pudimos hacer esta visita. Habíamos estado en el de Dachau y acabé saliendo llorando de allí, así que en esta ocasión optamos por no visitar Sachsenhausen. Es algo horrible que no puede volver a pasar :-(

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    1. Yo probablemnet visite algún otro. El que supongo que me causará mas shock sería Auschwitz...ahí creo que si que sería un momento MUY duro.
      un abrazo

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  5. Nosotros visitamos Dachau, por libre, con audioguía... pero la verdad es que fue también muy dura! Se te caían las lágrimas según ibas avanzando y escuchando las explicacaciones de lo que allí pasó, de cómo experimentaban los médicos con los que estaban presos. Es cierto que jamás podremos saber (o eso espero) cómo se llegaron a sentir los que pasaron por allí. Dachau también se utilizó un poco como modelo de campo de concentración.
    Un abrazo

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    1. Todos estos lugares tienen historias que te hacen encoger el alma...son visitas muy duras.
      un abrazo

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  6. Aun no conozco ningún campo de concentración, aunque en cuanto tenga ocasión lo haré, son visitas duras pero que pienso que hay que conocer, realmente hace tan poco tiempo de ese disparate que aun lo hace más aterrador. Lo peor de todo es que el ser humano en general no aprende de estos hechos tan lamentables y se repiten las guerras, los genocidios....y así es nuestro mundo y así somos, capaces de lo mejor y lo peor. Buena entrada Verónica. Un abrazo!

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    1. Eso es lo peor...nos choca el tema de los nazis por ser cercano en tiempo y distancia, pero a día de hoy se siguen cometiendo barbaries...
      Esa dualidad refleja bien lo que somos. Pero a veces cuesta entender el como somos capaces... En fin.
      Gracias! Un abrazo

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  7. Una visita imprescindible, nosotros recuerdo que comenzamos el año 2014 con esta visita, fuimos los primeros del día en caminar por ese páramo en la soledad y sin duda viendo las localizaciones sobrecoge.

    ¡Un saludote!

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