Como era de esperar, el jet lag impidió que descansáramos bien esa noche, por eso había pensado un plan que no exigiría empezar con un ritmo frenético.
Tras prepararnos con calma y comprar nuestro primer desayuno en el 7 eleven, fuimos al metro donde nos sacamos una PASMO cada uno (IC Card que nos permitiría pagar el transporte en gran parte de las ciudades) y las cargamos con 3000¥.
Con el tramite hecho, cogimos la línea de metro Hibiya que nos dejaría en la parada de Tsukiji.
En este día visitaríamos algunas zonas de la ciudad que se quedaron fuera de nuestro planning en 2012, y la primera sería el mercado mas famoso de Japón, al menos para los extranjeros.
Nota: Hace años que está previsto su traslado, al menos el de la zona de mayoristas, pero nuevamente ha quedado aplazado, sin fecha fija. A futuros visitantes, recomendamos informarse sobre el tema, no sea que les pille la época de cierre y traslado.
*Nota: En octubre de 2018 el mercado interior y la subasta son trasladados a la isla artificial de Toyosu. (Ver acceso e información del mercado nuevo). En Tsukiji queda la zona exterior de tiendas y restaurantes. Para saber horarios de Toyosu y como es, leer este artículo de Japanguide.
Tsukiji engloba un gran mercado mayorista de pescado, frutas y verduras, junto con una zona exterior llena de pequeñas tiendas, con productos variados y pintorescos, y de pequeños restaurantes donde la gente suele ir a desayunar sushi muy fresco (aunque también hay otro tipo de comida, como fritos, ramen, etc.).
Por otro lado, son famosas sus subastas de atún, a las que cada vez cuesta mas acceder. Las plazas son limitadas (120 al día) y la gente cada vez hace cola mas temprano para conseguir su número de entrada (últimamente la gente va sobre las 3:00h... una locura vamos).
Como no estábamos dispuestos a acampar en Tsukuji para ver la subasta, y tampoco nos atraía la idea de desayunar sushi, fuimos con la calma.
Al salir de la parada de metro está ya el destino indicado y en un corto paseo se llega a la zona exterior del mercado. Ésta es quizás la parte que mas me atrae, pues hay variedad de productos, comida, etc.
En la calle que separa la zona exterior de la interior se encuentra el punto de información. Allí nos dieron un mapa y nos comentaron que a las 10:00h abrían el mercado mayorista a los visitantes, así que, como faltaba poco, nos fuimos a hacer cola.
En esa zona hay que tener cuidado con los carritos de transporte, porque están trabajando y van a toda leche. Además, en parte del trayecto hay personas de seguridad indicando por donde hay que pasar para minimizar percances.
A partir de las 10:00h es cuando la actividad comercial decae y por eso dejan entrar, para que el flujo cada vez mayor de turistas no perjudique el negocio. Aún así, lo suyo es intentar no molestar ni colapsar los estrechos pasillos.
Nos llamó la atención lo viejo y destartalado que se ve todo. Cuesta creer que sea el mercado más importante de la región de Tokyo. Y más allá de poder ver alguna especie rara, o poder contemplar como cortaban un atún con katana (una actividad que creo que todos buscamos ver, pero que dependerá de si cuadras con una venta...), la verdad es que tampoco es uno de los mercados que mas nos haya gustado.
Después de todo está encarado a mayoristas, y se nota que molestas en muchos momentos, aunque intentes evitarlo. Personalmente, disfruté mas la parte exterior.
De vuelta a la calle, aquello era un caos, había tantísima gente que decidimos irnos sin cotillear mas por los puestos. Demasiado agobio.
Así que, cogimos el metro y nos bajamos en una parada cercana a la Torre de Tokyo, y en un breve paseo llegamos a la emblemática torre. Aunque reconozco que me gusta mas admirarla por la noche, desde alguno de los múltiples lugares de la ciudad desde donde se vislumbra. Porque, aunque es mas grande que la torre Eiffel y tiene colorido, no dispone de unos "Campos Elíseos" que dejen contemplarla desde la cercanía.
En el edificio de su base se encuentra un mini parque temático de One Piece, junto con su tienda y restaurante temático. No pagamos por entrar, porque no somos fans de la serie, pero nos hicimos unas fotillos para mandar a unos amigos que sí lo son.
También se puede subir a sus miradores (900 y 1600¥), pero preferimos subir al Tocho que es gratis y desde él se ve, precisamente, la torre.
Saliendo de la torre nos encontramos con uno de los grupos de la empresa "MariCar", que ofrece rutas por Tokyo en Kart, disfrazados de personajes del famoso videojuego. No es raro encontrarlos por esa zona o Shibuya, y la actividad pinta muy divertida. Aunque eso lo dejamos por si alguna vez vamos en grupo con los amigos.
Desde allí nos acercamos al templo Zojoji, seleccionado por el shogun Ieyasu Tokugawa como templo familiar y que albergaría su mausoleo, tiene también las vistas mas bonitas a la torre en la cercanía. (La entrada es gratuita).
Apunte Friki: En este templo se grabaron escenas de un entierro de la película "Lobezno Inmortal".
Y fue en este templo donde vimos por primera vez, aunque no por última, a niños (de 3 y 5 años) y niñas (de 3 y 7 años) en kimono para celebrar el Shichigosan.
Esta festividad es muy importante en Japón y en ella se hace un ritual por el bienestar de los niños. (Ver mas información en Japonismo)
El día principal es el 15 de noviembre, pero como han de acudir al santuario los padres con los pequeños, cada familia escoge el fin de semana de noviembre que le viene mejor.
¿Pero si el Shichigosan es fiesta sintoísta, como es que en el templo budista de Zojoji había? Suponemos que se debe a que allí ambas religiones han llegado a compartir algunos terrenos, y es fácil encontrar santuarios dentro de la zona de templo budista (como el de Sensoji).
Aunque es una festividad familiar, la verdad es que los padres, tras acercarnos con respeto, no nos pusieron ninguna objeción a que les hiciéramos fotos a los niños, incluso algunos me pidieron que me pusiera yo para tenerla ellos de recuerdo.
Los pequeños van preciosos, especialmente las niñas de 7 años, que ya parecen unas mujercitas. Los mas pequeños hacen gracia intentando caminar con las sandalias o tirándolas por ahí. jeje
Y tras varios días de verlos en santuarios, nos dimos cuenta que todo el mundo, incluso japoneses, hacían fotos y los padres no se molestaban, aunque siempre preferíamos preguntar.
Dentro del templo estaban preparando cosas para la ceremonia y me indicaron que, si me descalzaba, podía subir a la parte lateral. Y como era la primera vez que me permitían hacerlo, ni lo dudé. jeje
Tras un buen rato contemplando a los peques en kimono y recorriendo el recinto del templo, cogimos el metro hasta Roppongi donde nos pegamos una pequeña caminata hasta el Gonpachi de Nishiazabu, restaurante que sirvió de inspiración para el rodaje de Kill Bill. En concreto la Casa de las Hojas Azules, donde la Novia lucha contra O-Ren y los 88 maníacos (recrearon el lugar en un estudio de shangai).
Comimos bien, pero es algo mas caro que los restaurantes a los que solemos ir. Nosotros escogimos
Oyakodon (800¥) y Tempura con arroz (1670¥), todo muy bueno pero resultó una comida cara. Tienen también muchas tapas, pero picando acabas dejándote bastantes yens.
Regresamos andando hasta Roppongi Hills, al lado del metro. Es una zona llena de edificios altos de cristal (apartamentos, oficinas, centros comerciales, museos de arte...) entre los que destaca la Mori Tower por su mirador (bastante caro).
También hay una zona ajardinada en la que estaban realizando un festival de agradecimiento a la gente del campo que cultiva y produce la comida (con música, mascotas raras, juegos...) y los estudios de la Asahi TV, donde te permiten entrar a la planta baja y ver alguna exposición de sus series.
La lástima es que la exposición de Doraemons que tenían en el exterior la quitaron en verano...
Estuvimos paseando por la feria, el centro comercial (donde vimos un spa para perros... los japos no dejan de sorprender), los jardines, etc. Es una mini ciudad, pero la verdad es que tampoco nos llamó mucho la atención, y como no somos de museos de arte, decidimos irnos a pasear a otra zona.
Hicimos una parada en Shiodome para ver las famosas luces de Navidad, pero hice mal el cálculo de los días y todavía faltaba una semana para su encendido, eso sí, pudimos ver el famoso reloj de Ghibli. ^_^
Como nuestro destino era Tokyo Station optamos por ir dando un paseo por Ginza. Al ser fin de semana la calle principal estaba todavía cortada al tráfico y pudimos hacer alguna foto desde el centro, con todo iluminado, aunque nos fue por los pelos porque al cabo de nada la reabrieron (tanto Ginza como Akihabara cierran su calle principal los fines de semana para hacerla peatonal. Akihabara creo que es los domingos en concreto).
Ginza ya la habíamos visto, y básicamente es la 5ta avenida de Tokyo: tiendas y tiendas caras de las que solo miramos los escaparates, ferraris por las calles...
Paseando llegamos a la zona de Marunouchi, donde su calle principal (Nakadori) y los patios de los edificios estaban adornados con luces de Navidad. ¡Precioso!.
Al poco llegamos a la estación central de Tokyo, cuya fachada de estilo holandés no pudimos ver la primera vez por estar tapada por las obras (que todavía están acabando).
Allí cambiamos el voucher del JRPass por los pases y aprovechamos para preguntar a la chica de la oficina por el Character Street y el Ramen Street, dos zonas del centro comercial que queríamos ver. En seguida nos sacó un mapa y nos las señaló. ¡Sí, sí, un mapa! En Japón las estaciones pueden albergar centros comerciales, y en las grandes llega a haber incluso 2 o 3, conectados por túneles... una mini ciudad vaya.
Mapa en mano llegamos al Character Street, una zona con tiendas frikis en la que nos lo pasamos genial y donde hicimos las primeras compras en la Donguri Garden (cadena de tiendas Ghibli, que se encuentran en muchas zonas comerciales principales de Japón, (ver mapa).
¿Alguna de mi quinta que se acuerde de Lady Oscar? ^_^
Tras las compras nos fuimos al Ramen Street, la zona que tiene varios restaurantes de este plato y escogimos uno que los hacia de la variedad Tonkotsu, nuestro favorito.
En todos había cola, pero no tuvimos que esperar mucho. En la mayoría compras el ticket en una máquina que tienen fuera, donde escoges el tipo de plato que quieres y al entrar lo entregas. El ramen estaba muy bueno y en esas fechas que hace fresquito entra genial (1760¥ los dos, con agua fresquita, nosotros siempre pedimos agua, que es gratis).
Y aquí finalizó nuestro primer día recorriendo Tokyo.
La verdad es que, aunque nos gustó ver todas esas zonas, tampoco nos arrepentimos de haberlas quitado del planning en el primer viaje. En especial Roppongi, que no nos llamó para nada la atención.
Son zonas que quedan algo a desmano del resto de barrios, así que si hay que priorizar, yo me centraría en otros lugares de la ciudad, aunque eso va a gustos, como siempre...
Lo que mas nos gustó fue Zojoji y la iluminación de Navidad.
Al día siguiente seguiríamos viendo Tokyo con la calma. De nuevo, tradición, modernidad y frikismo en un solo día...
Tras prepararnos con calma y comprar nuestro primer desayuno en el 7 eleven, fuimos al metro donde nos sacamos una PASMO cada uno (IC Card que nos permitiría pagar el transporte en gran parte de las ciudades) y las cargamos con 3000¥.
Con el tramite hecho, cogimos la línea de metro Hibiya que nos dejaría en la parada de Tsukiji.
En este día visitaríamos algunas zonas de la ciudad que se quedaron fuera de nuestro planning en 2012, y la primera sería el mercado mas famoso de Japón, al menos para los extranjeros.
Nota: Hace años que está previsto su traslado, al menos el de la zona de mayoristas, pero nuevamente ha quedado aplazado, sin fecha fija. A futuros visitantes, recomendamos informarse sobre el tema, no sea que les pille la época de cierre y traslado.
*Nota: En octubre de 2018 el mercado interior y la subasta son trasladados a la isla artificial de Toyosu. (Ver acceso e información del mercado nuevo). En Tsukiji queda la zona exterior de tiendas y restaurantes. Para saber horarios de Toyosu y como es, leer este artículo de Japanguide.
Tsukiji engloba un gran mercado mayorista de pescado, frutas y verduras, junto con una zona exterior llena de pequeñas tiendas, con productos variados y pintorescos, y de pequeños restaurantes donde la gente suele ir a desayunar sushi muy fresco (aunque también hay otro tipo de comida, como fritos, ramen, etc.).
Por otro lado, son famosas sus subastas de atún, a las que cada vez cuesta mas acceder. Las plazas son limitadas (120 al día) y la gente cada vez hace cola mas temprano para conseguir su número de entrada (últimamente la gente va sobre las 3:00h... una locura vamos).
Como no estábamos dispuestos a acampar en Tsukuji para ver la subasta, y tampoco nos atraía la idea de desayunar sushi, fuimos con la calma.
Al salir de la parada de metro está ya el destino indicado y en un corto paseo se llega a la zona exterior del mercado. Ésta es quizás la parte que mas me atrae, pues hay variedad de productos, comida, etc.
En la calle que separa la zona exterior de la interior se encuentra el punto de información. Allí nos dieron un mapa y nos comentaron que a las 10:00h abrían el mercado mayorista a los visitantes, así que, como faltaba poco, nos fuimos a hacer cola.
En esa zona hay que tener cuidado con los carritos de transporte, porque están trabajando y van a toda leche. Además, en parte del trayecto hay personas de seguridad indicando por donde hay que pasar para minimizar percances.
A partir de las 10:00h es cuando la actividad comercial decae y por eso dejan entrar, para que el flujo cada vez mayor de turistas no perjudique el negocio. Aún así, lo suyo es intentar no molestar ni colapsar los estrechos pasillos.
Nos llamó la atención lo viejo y destartalado que se ve todo. Cuesta creer que sea el mercado más importante de la región de Tokyo. Y más allá de poder ver alguna especie rara, o poder contemplar como cortaban un atún con katana (una actividad que creo que todos buscamos ver, pero que dependerá de si cuadras con una venta...), la verdad es que tampoco es uno de los mercados que mas nos haya gustado.
Después de todo está encarado a mayoristas, y se nota que molestas en muchos momentos, aunque intentes evitarlo. Personalmente, disfruté mas la parte exterior.
De vuelta a la calle, aquello era un caos, había tantísima gente que decidimos irnos sin cotillear mas por los puestos. Demasiado agobio.
Así que, cogimos el metro y nos bajamos en una parada cercana a la Torre de Tokyo, y en un breve paseo llegamos a la emblemática torre. Aunque reconozco que me gusta mas admirarla por la noche, desde alguno de los múltiples lugares de la ciudad desde donde se vislumbra. Porque, aunque es mas grande que la torre Eiffel y tiene colorido, no dispone de unos "Campos Elíseos" que dejen contemplarla desde la cercanía.
En el edificio de su base se encuentra un mini parque temático de One Piece, junto con su tienda y restaurante temático. No pagamos por entrar, porque no somos fans de la serie, pero nos hicimos unas fotillos para mandar a unos amigos que sí lo son.
También se puede subir a sus miradores (900 y 1600¥), pero preferimos subir al Tocho que es gratis y desde él se ve, precisamente, la torre.
Saliendo de la torre nos encontramos con uno de los grupos de la empresa "MariCar", que ofrece rutas por Tokyo en Kart, disfrazados de personajes del famoso videojuego. No es raro encontrarlos por esa zona o Shibuya, y la actividad pinta muy divertida. Aunque eso lo dejamos por si alguna vez vamos en grupo con los amigos.
Desde allí nos acercamos al templo Zojoji, seleccionado por el shogun Ieyasu Tokugawa como templo familiar y que albergaría su mausoleo, tiene también las vistas mas bonitas a la torre en la cercanía. (La entrada es gratuita).
Apunte Friki: En este templo se grabaron escenas de un entierro de la película "Lobezno Inmortal".
Y fue en este templo donde vimos por primera vez, aunque no por última, a niños (de 3 y 5 años) y niñas (de 3 y 7 años) en kimono para celebrar el Shichigosan.
Esta festividad es muy importante en Japón y en ella se hace un ritual por el bienestar de los niños. (Ver mas información en Japonismo)
El día principal es el 15 de noviembre, pero como han de acudir al santuario los padres con los pequeños, cada familia escoge el fin de semana de noviembre que le viene mejor.
¿Pero si el Shichigosan es fiesta sintoísta, como es que en el templo budista de Zojoji había? Suponemos que se debe a que allí ambas religiones han llegado a compartir algunos terrenos, y es fácil encontrar santuarios dentro de la zona de templo budista (como el de Sensoji).
Aunque es una festividad familiar, la verdad es que los padres, tras acercarnos con respeto, no nos pusieron ninguna objeción a que les hiciéramos fotos a los niños, incluso algunos me pidieron que me pusiera yo para tenerla ellos de recuerdo.
Los pequeños van preciosos, especialmente las niñas de 7 años, que ya parecen unas mujercitas. Los mas pequeños hacen gracia intentando caminar con las sandalias o tirándolas por ahí. jeje
Y tras varios días de verlos en santuarios, nos dimos cuenta que todo el mundo, incluso japoneses, hacían fotos y los padres no se molestaban, aunque siempre preferíamos preguntar.
Dentro del templo estaban preparando cosas para la ceremonia y me indicaron que, si me descalzaba, podía subir a la parte lateral. Y como era la primera vez que me permitían hacerlo, ni lo dudé. jeje
Tras un buen rato contemplando a los peques en kimono y recorriendo el recinto del templo, cogimos el metro hasta Roppongi donde nos pegamos una pequeña caminata hasta el Gonpachi de Nishiazabu, restaurante que sirvió de inspiración para el rodaje de Kill Bill. En concreto la Casa de las Hojas Azules, donde la Novia lucha contra O-Ren y los 88 maníacos (recrearon el lugar en un estudio de shangai).
Comimos bien, pero es algo mas caro que los restaurantes a los que solemos ir. Nosotros escogimos
Oyakodon (800¥) y Tempura con arroz (1670¥), todo muy bueno pero resultó una comida cara. Tienen también muchas tapas, pero picando acabas dejándote bastantes yens.
Regresamos andando hasta Roppongi Hills, al lado del metro. Es una zona llena de edificios altos de cristal (apartamentos, oficinas, centros comerciales, museos de arte...) entre los que destaca la Mori Tower por su mirador (bastante caro).
También hay una zona ajardinada en la que estaban realizando un festival de agradecimiento a la gente del campo que cultiva y produce la comida (con música, mascotas raras, juegos...) y los estudios de la Asahi TV, donde te permiten entrar a la planta baja y ver alguna exposición de sus series.
La lástima es que la exposición de Doraemons que tenían en el exterior la quitaron en verano...
Estuvimos paseando por la feria, el centro comercial (donde vimos un spa para perros... los japos no dejan de sorprender), los jardines, etc. Es una mini ciudad, pero la verdad es que tampoco nos llamó mucho la atención, y como no somos de museos de arte, decidimos irnos a pasear a otra zona.
Hicimos una parada en Shiodome para ver las famosas luces de Navidad, pero hice mal el cálculo de los días y todavía faltaba una semana para su encendido, eso sí, pudimos ver el famoso reloj de Ghibli. ^_^
Como nuestro destino era Tokyo Station optamos por ir dando un paseo por Ginza. Al ser fin de semana la calle principal estaba todavía cortada al tráfico y pudimos hacer alguna foto desde el centro, con todo iluminado, aunque nos fue por los pelos porque al cabo de nada la reabrieron (tanto Ginza como Akihabara cierran su calle principal los fines de semana para hacerla peatonal. Akihabara creo que es los domingos en concreto).
Ginza ya la habíamos visto, y básicamente es la 5ta avenida de Tokyo: tiendas y tiendas caras de las que solo miramos los escaparates, ferraris por las calles...
Paseando llegamos a la zona de Marunouchi, donde su calle principal (Nakadori) y los patios de los edificios estaban adornados con luces de Navidad. ¡Precioso!.
Al poco llegamos a la estación central de Tokyo, cuya fachada de estilo holandés no pudimos ver la primera vez por estar tapada por las obras (que todavía están acabando).
Allí cambiamos el voucher del JRPass por los pases y aprovechamos para preguntar a la chica de la oficina por el Character Street y el Ramen Street, dos zonas del centro comercial que queríamos ver. En seguida nos sacó un mapa y nos las señaló. ¡Sí, sí, un mapa! En Japón las estaciones pueden albergar centros comerciales, y en las grandes llega a haber incluso 2 o 3, conectados por túneles... una mini ciudad vaya.
Mapa en mano llegamos al Character Street, una zona con tiendas frikis en la que nos lo pasamos genial y donde hicimos las primeras compras en la Donguri Garden (cadena de tiendas Ghibli, que se encuentran en muchas zonas comerciales principales de Japón, (ver mapa).
¿Alguna de mi quinta que se acuerde de Lady Oscar? ^_^
Tras las compras nos fuimos al Ramen Street, la zona que tiene varios restaurantes de este plato y escogimos uno que los hacia de la variedad Tonkotsu, nuestro favorito.
En todos había cola, pero no tuvimos que esperar mucho. En la mayoría compras el ticket en una máquina que tienen fuera, donde escoges el tipo de plato que quieres y al entrar lo entregas. El ramen estaba muy bueno y en esas fechas que hace fresquito entra genial (1760¥ los dos, con agua fresquita, nosotros siempre pedimos agua, que es gratis).
Y aquí finalizó nuestro primer día recorriendo Tokyo.
La verdad es que, aunque nos gustó ver todas esas zonas, tampoco nos arrepentimos de haberlas quitado del planning en el primer viaje. En especial Roppongi, que no nos llamó para nada la atención.
Son zonas que quedan algo a desmano del resto de barrios, así que si hay que priorizar, yo me centraría en otros lugares de la ciudad, aunque eso va a gustos, como siempre...
Lo que mas nos gustó fue Zojoji y la iluminación de Navidad.
Al día siguiente seguiríamos viendo Tokyo con la calma. De nuevo, tradición, modernidad y frikismo en un solo día...
La lonja a mí también me pareció un caos y poco atractiva, pero ¿quién no la visita? Me alegré de haber ido, aunque hay que tener cuidado con los conductores, van a 100 por hora!! A Ropongi no nos dio tiempo a ir y me quedé con las ganas, ahora veo que tampoco es para tanto (no sabía que la torre era más alta que la parisina). Por cierto las niñas estás preciosas! Me encanta volver a Japón leyéndote. Un abrazo!!
ResponderEliminarYa ves!!! los carritos son mortales xD
EliminarY creo que no, que tampoco perdiste mucho con no ir a Roppongi...hay mas cosas por ver.
En cuanto a la torre...son Japos...en algo han de mejorar las imitaciones jajajaa xD
Ya verás cuando publique sobre el santuario Meiji...tengo unas fotos con niñas preciosas ;)
un abrazo